top of page
  • Negro del icono de YouTube
  • Tik Tok
  • Icono negro LinkedIn
  • Black Facebook Icon
  • Black Instagram Icon

Agosto también es un final: cómo despedirse de lo que ya no cabe


A veces el mes no termina en el calendario, sino en uno mismo.

Agosto se va. Lo hace sin pedir permiso, sin hacer ruido, sin darnos tiempo de despedirnos del todo. Y sin embargo, cada año, algo en él nos empuja a mirar hacia dentro.


Es curioso cómo este mes, más allá del calor o la nostalgia del verano que termina, siempre deja una sensación parecida a la de cerrar una maleta después de un viaje largo. No importa cuánto te esfuerces por doblar bien todo, hay cosas que simplemente ya no caben. Así pasa también con nosotros: hay pensamientos, historias y hasta personas que nos acompañaron hasta aquí… pero no están hechas para lo que viene, al menos no en la historia propia.


Este mes me enseñó que no todo lo que se rompe hace ruido. Algunas despedidas son silenciosas. Son esos momentos en los que ya no sentimos lo mismo, ya no respondemos igual, ya no buscamos lo que antes nos quemaba por dentro. No hay discusión, no hay drama. Solo una especie de vacío que, si se abraza con calma, se convierte en espacio.


Justo hace un año, sucede algo que hizo que los recuerdos que no regresaran, personas tampoco, hoy entiendo que lo que no vuelve también tiene un mensaje. Hay cosas que el alma decide soltar antes que la mente lo entienda. Tal vez por protección. Tal vez por evolución y eso se vuelve una trampa de lo que fue.

Nos apegamos a lo conocido porque creemos que lo que fue define lo que será. Pero no siempre es así. Hay ciclos que necesitan terminar para que podamos vernos con ojos nuevos. Agosto, en su despedida, nos ofrece esa oportunidad: hacer un inventario interno sin juzgar, solo reconociendo.


Hoy te invito a cuestionarte:

¿Qué de lo que viviste este mes ya no encaja contigo?

¿Qué pensamiento o relación te sigue acompañando solo por costumbre?

¿Qué te da paz pero ya no te impulsa?


Tal vez la respuesta no llegue hoy. Tal vez solo sea una semilla, pero las semillas también cuentan como comienzos para ello hay que entender que soltar no es rendirse. Soltar es un acto íntimo de confianza. Es decirle a la vida: “Ya entendí la lección, gracias”. Es rendirte, sí… pero rendirte ante ti misma, no ante el miedo. Es cerrar la puerta con cariño, sabiendo que lo que viene no necesita gritar para ser mejor, solo necesita espacio.


Septiembre está a la vuelta. Y aunque no sabemos lo que traerá, sí podemos elegir llegar más livianos, más claros, más presentes.


Hoy no hace falta correr ni hacer grandes promesas. Basta con mirarte al espejo y decirte: “Esto ya no soy y está bien.” Agosto también es un final. Uno suave. Uno honesto. Uno que nos recuerda que el crecimiento verdadero no siempre hace ruido, pero sí deja huella.


¿Tú qué decidiste soltar en este agosto?


ree

 
 
 

Comentarios


Logo Angie Bangon
  • YouTube
  • Black Instagram Icon

© 2023 Angiebangon

bottom of page